En las tinieblas se encendió una luz,
en el desierto clamó una voz.
Se anuncia la buena noticia:
¡El Señor va a llegar!
Preparad sus caminos, porque ya se acerca.
Adornad vuestra alma
como una novia que se engalana el día de su boda.
Ya llega el mensajero.
Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
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