martes, 4 de enero de 2011

Primacía del amor y avivar el ardor de la fe, recetas de Cursillos para el 2011


Encarar nuevos afanes es tarea de un principio de año. Cursillos de Cristiandad no puede abstraerse de este ritmo. Estrenar el año es momento para consultar la brújula interna, la estrella de la Epifanía que nos ayudará a saber por dónde caminar. Un ejercicio que se hace inexcusable por la velocidad que lleva impresa nuestro mundo y dentro de él nuestra Iglesia que dan un sesgo de precariedad temporal a las decisiones que se toman. Lo que por la mañana es aconsejable, al mediodía deja de serlo. Por eso Cursillos al dejar un año que termina aprovecha para mirar atrás, cargarse de esperanza y asumir unos subrayados concretos.

El primer subrayado ha de ser darle primacía al amor, al evangelio de las obras, a estar a la altura de las circunstancias cuando estas se dibujan como crisis, paro, y pobreza económica que, más allá de sus características técnicas, han tenido como origen una componente moral importante.

El segundo subrayado es seguir dando fuerza a la tarea evangelizadora de la Iglesia. La publicación de la Exhortación postsinodal “Verbum Domini” y la creación del Pontificio Consejo para la nueva Evangelización algo nos han de decir algo respecto al debilitamiento de la tradición cristiana y a como ponerse a trabajar por recuperar el ardor de la fe. Un año nuevo, el 2011, un año bueno para seguir buscando la bienaventuranza.

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