martes, 17 de mayo de 2016

Fallecimiento de D. José Esmoris Cambón, exconsiliario

El M. I. Sr. D. José Esmorís Cambón,  consiliario que fue del movimiento de Cursillos de Cristiandad de la diócesis de Santiago de Compostela falleció este pasado 13 de mayo,  día de la Virgen de Fátima, de la cual era muy devoto.


 Había nacido en la parroquia de Sofán, el 12 de junio de 1931. El 18 de marzo de 1956, recibió el orden sacerdotal en la parroquia de san Jorge de A Coruña, de manos del Sr. Cardenal Arzobispo de Santiago, Mons. Quiroga Palacios. Realizó los estudios eclesiásticos en el Seminario Conciliar; además, en 1967, obtuvo el Doctorado en Sagrada Teología en la Universidad Lateranense y la Diplomatura en Pastoral en el Instituto de Pastoral de Roma. En 1956, es nombrado profesor del Seminario Menor de la Asunción, estando nuevamente vinculado al mismo en el periodo de 1973 hasta final de los años 80. En 1959, fue nombrado párroco de las feligresías de Porto y Laraxe. A partir de 1973, su vida pastoral se desarrollará en la cuidad de Santiago. Ese año es nombrado Vice-Rector del Seminario Mayor Compostelano, del cual  será Rector desde 1977 a 1991. En 1983, es nombrado Canónigo de la S.A.M.I. Catedral, siendo a partir de 1998, Canónigo Penitenciario. En el año 2013  pasó a la condición de Canónigo Emérito.  En 1989, es nombrado Administrador Parroquial de Santa María de la Peregrina, de la que seguía encargado en el momento de su fallecimiento, juntamente con la dirección de la Casa Diocesana de Ejercicios Espirituales de Santiago, cargo que había asumido en el año 1991. Ese mismo año y hasta 1996, ejerció de Delegado Episcopal del Clero.

Fue también cursillista en su juventud y luego Consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad del año 1997 a febrero del 2016.  Cuando llegó D. José a Cursillos,  después de una larga trayectoria en la Iglesia diocesana, tuvo que empezar desde cero. Pero desde el principio se mostró siempre entusiasta por el Movimiento.  A pesar de su edad, se reveló joven de espíritu y se dejó transformar y crecer, adaptándose a los signos de los tiempos,  ayudándonos también a nosotros en ese mismo crecimiento  con su testimonio y su humildad. Fruto de este proceso es  la buena sintonía que perduró todos estos años. Fue realmente un padre y pastor para los que ayudamos a que el cursillo se realice. Al igual que pasó en su juventud, cuando se murieron sus padres y se hizo cargo de sus hermanos menores, ejerció del mismo modo con nosotros como padre espiritual. Siempre se preocupaba por las personas, manteniendo el contacto, la acogida, haciendo suyas las inquietudes y dificultades de los que lo rodeaban y compartiendo también las alegrías.  De carácter sencillo y  discreto,  se dejaba notar por el buen hacer y  por el cariño y la bondad que irradiaba.   Por todo ello imprimió profunda huella en quienes le tratamos. 

Hace poco más de dos años le sobrevino una grave enfermedad. Sin embargo,  no disminuyó su entrega y sacrificio y siguió visitando todos los meses los distintos grupos de la diócesis, conduciendo él solo, a pesar de su estado,  largas distancias incluso de noche.

Participó en nuestro último cursillo de marzo, aunque ya no como consiliario,  dándonos una vez más testimonio de Cristo con su cálida presencia.  Su enfermedad se agravó y permaneció ingresado durante el último mes, tiempo durante el cual lo visitamos asiduamente todos los miembros del  equipo de cursillos  y otras muchas personas  de las realidades diocesanas en las que había tenido contacto, para acompañarlo y darle también algo de lo mucho que él nos dio.  Siempre tendremos en nuestros corazones sus palabras, consejos, gestos y detalles llenos de amor  y el recuerdo de tantos  momentos compartidos. Un sacerdote ejemplar y un ejemplo de vida.

El Sr. Arzobispo presidió sus exequias en la parroquia de Sofán, en cuyo cementerio parroquial recibió sepultura.
D.E.P.


El secretariado de Santiago de Compostela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario