El domingo celebramos, en el monasterio de Armenteira,
la Ultreya de fin de curso. Fue un día de encuentro que dio mucho de sí, como se desprende de los testimonios que
iremos publicando. Una de las cursillistas lo expresa con toda esta
emoción:
" Mi experiencia en mi primera
Ultreya, poco tiempo después de realizar el cursillo de cristiandad fue, sin
duda, especialmente muy esperanzadora, al vivir la alegría de
reecontrarme con mis compañeros de cursillo, otros cursillistas, y conocer
a nuevas personas que, al igual que yo, querían reafirmar el deseo de
aumentar el espíritu de cristiandad en el diario vivir con la Gracia de Dios, y
ayudar a poner nuestro granito de arena " De Colores" en este
mundo tan oscuro. Me sentí nuevamente bendecida y agradecida con Dios en
esta vivencia que te llena y fortalece el corazón y la fe, para seguir
adelante y más allá: " Ultreia et Suseia" desde la Felicidad y por el
Buen Camino. Gracias, Dios mío."
Muchas
gracias por compartirlo con nosotros.
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