En la Ultreya  tuvimos la suerte de estar acompañados por un grupo de cursillistas    venezolanos.  Algunos llegaron a nuestra diócesis siendo ya cursillistas,  implicados en el Movimiento,  y  otros vivieron su cursillo con nosotros.  Como siempre, ha resultado enriquecedor compartir experiencias.  Tenemos hoy un nuevo  testimonio:

"¡¡ De Colores!! Jubiloso está mi corazón luego de haber vivido nuestra convivencia de verano. Fue una oportunidad de ratificar mi compromiso con el Reino de Dios a través de nuestro Bendito Movimiento, de renovación interior, oportunidad de recibir de manos de papá Dios un gran abrazo, a través de cada actividad, que me ayuda a acrecentar mi vida de Gracia. Reafirmo mi compromiso de trabajar por el Reino de Dios con uds, hermanos cursillistas de Galicia. Un mes viviendo en España pero con uds me sentí en casa. De colores! Cristo sigue contando con nosotros. "

De colores!!