lunes, 14 de marzo de 2016

Clausura del cursillo nº 247

En la tarde de este domingo 13 de marzo se dio por finalizado el cursillo nº 247. Presidió la Celebración de la Eucaristía y la clausura nuestro arzobispo D. Julián.


Todos los nuevos cursillistas mostraron un gran agradecimiento, a Dios por haberles dado esta oportunidad, a los que los invitaron y a los que se responsabilizaron de llevar a cabo el Cursillo.
Mostraron sus sentimientos de diferentes formas. Expresaron que llevaban una paz grande, un camino a seguir, un aprendizaje y lo obligados que se veían ahora a plantar...
Otros de los testimonios que dieron fueron los siguientes:
"No se puede perder la fe, llevo un corazón diferente". "No puedo expresar lo satisfecha que estoy"."Saber que hay corazones que sienten como yo y que puedo caminar junto a otros".
"Llevo un grato recuerdo y la tierra removida y ahora toca sembrar". "Muy grato recuerdo de lo que compartí" "Siento tristeza de marchar y necesidad de pedir para que otros aprovechen esto mismo”. "Un montón de ilusiones y pido fructificar". "Encontré el camino". "Estoy contenta, gracias a todos".

Además asistieron otros cursillistas de otros años a la clausura y dieron sus testimonios manifestando alguno que su Cursillo había marcado un antes y un después en su vida.

D. Julián cerró la clausura con palabras de ánimo y reconocimiento. Nos expresó que uno no llega antes por ir más deprisa sino el que sabe a dónde va y ahora lo sabemos.
- Las cosas importantes sólo se ven con los ojos del corazón. Debemos tratar de ver con los ojo del corazón a los demás porque será la manera de ver lo que ellos necesitan y lo que les podemos dar.
- Al principio, cuando entramos en el cursillo, traíamos preparadas unas respuestas y nos cambiaron el examen. Nos descolocaron. Parece que quedamos sin respuestas.
La respuesta que encontramos es que Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida. La Gracia de Dios va mucho más allá de lo que podemos esperar
-A veces creemos que no valemos para nada debido a nuestras "goteras". Sin embargo pongámonos en las manos de Dios para que Él haga lo que quiera.
- No impongan nada a nadie, pero no se priven de comunicar la experiencia
- El Cursillo ha terminado, pero empieza para cada uno

- Cuenten con nuestra oración, también nosotros contamos con la de ustedes.