A poco que leamos y estudiemos las palabras pronunciadas, con gesto profético, por Su Santidad Benedicto XVI en Santiago de Compostela, intuimos y adivinamos muchos de los elementos que "Cursillos" ha ofrecido a lo largo de su historia, y sigue ofreciendo para ayudar a conocer el don de Dios a los hombres. Dijo el Papa: "Peregrinar no es simplemente visitar un lugar cualquiera para admirrar sus tesoros de naturaleza, arte o historia. Peregrinar significa, más bien, salir de nosotros mismos para ir al encuentro de Dios allí donde Él se ha manifestado, allí donde la gracia divina se ha mostrado con particular esplendor y ha producido abundantes frutos de conversión y santidad entre los creyentes".
Cursillos es también una particular peregrinación por el camino interior. Conócete a ti mismo es la primera "provocación" que el cursillista recibe; salir de uno mismo es el inicio. "Si tu no sales de ti mismo tan sólo seguirás el camino del rebaño" (Cant 1,8); "El fin de la vida es conocerte y conocerme" (San Agustín). La gracia recibida de Dios, es aquello que nos ayuda a esta peregrinación y es la energía que nos ayuda a realizar un ideal trascendente en la vida.
Vuelve a decir el Papa: "La Iglesia es ese abrazo de Dios en el que los hombres aprenden también a abrazar a sus hermanos, descubriendo en ellos la imagen divina, que constituye la verdad más profunda de su ser, y que es origen de la genuina libertad".
¡Gracias Santidad! Por vuestra palabras, vuestros gestos y vuestro reafirmante ministerio.
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